Noche Arctic Monkeys/ Foo Fighters
Miércoles santos, sí que los hay. Así como viví el anterior. Se juntaron todos face to face.
Siempre dentro de mi incostante perdida en el tiempo, esperé en las afueras, hasta que sea la hora. La hora para qué? En esa parte me perdí. Las personas caminaban rápidamente sin mirar a sus costados. Gente que se veía amigable, pero sin sonrisas.
Dudosos eran los rayos del sol, que se convirtieron en nubes. Era tarde.
Busquemos al hincha de river, que nos de una mano para pasar un poco más rápido de lo normal. Si, ponías cara de ser hincha de boca, ahí seguro corría sangre.
La sección VIP del diario? Subís las escaleras y dentro de 3 /4 de pasos… Está.
La impuntualidad me domina. Empezó el concierto. Estoy a mitad de camino. Prefiero estar cerca. Tengo tiempo.
Llego. Gracias amigo y que gane tu club el domingo. Amable gente.
Uy! Pero qué mucha gente. Ah! Ahí está él. Con el pelo engominado, rockero de los 50´s. Terrible campera, tan potente como su voz. Por algo la Chung lo elegió en aquel momento. Lejos de ese look pelilargui y dejado.
Las nubes se convirtieron en viento. Don´t Sit Down Cause I´ve moved ur chair, sonaba. La guitarra me llamaba hasta más cerca. Cantemos.
Me adentré, la euforia no me permitía otra cosa. Sin importar el calor, la sed y el miedo por ser aplastada por una mano gigante.
Brainstorm, fue lo que pasó entre las nubes, el viento, los truenos. Las primeras gotas cayeron, sin percibir violencia alguna. Ellas también querían bailar.
Fueron agobiantes y aliviadoras las gotas. Las gafas empapadas no me dejaban ver. Nada importaba, sólo saltar y cantar hasta que se escuche en el infinito de la nebula.
Conciertos cómo estos, solo los tenés acá. Me expresó un desconocido.
Razón que tenía.
Ni las zapatillas así de mojadas, ni la más helada de las lluvias, iba a impedir que tanta gente deje de disfrutar de terrible conciertón.
Los chicos de Arctic, sí que tocan. Y de lo mejor.
Al final se apuraron, creo yo. Estampida de fanáticos por todos lados tratando de resguardarse, casi insostenible.
Repuntó con Fluorescent Adolescent, ególatras reventando el coro The Best U Ever Had. Alegría.
Una noche inolvidable, que todavía no terminaba. Sólo una parte del concierto y de una de mis bandas favoritas, reivindicándose una vez más dentro de mis más sonadas.
El desconocido permaneció inmune. Buscamos un lugar para protegernos, silenciosamente cuidábamos uno del otro. Desconocidamente.
Los rayos eran feroces, así como el lugar. Era un diluvio con buena música de fondo.
Estaba bueno. Las luces se prendieron en su totalidad, se había quemado gran parte del show de luces. A alguien le importa?. A nadie.
Luego de una larga espera, llegaron ellos. El amigo de Kurt, como me gusta decirle. Con un rígido negro, muñequeras y bincha tipo sporty.
La pura definición del rock: Dave Grohl.
I don´t fucking care the rain. I don´t fucking care the wind. Dijo gritando al unísono. El Olé, ole, ole, desaforado de empezó a escuchar.
El estaba con todo el rockero a flor de piel. Es él. mitad comediante.
Su guitarra era enorme. Yo ya estaba lejos, pero con igual ganas.
Sonó Theeeeere goeeeeeesssss myyy heeeeero, como canto ese tema. claro esa parte, la que más me gusta.
Salté. Mucho.
El frío hizo que me distrajera un largo rato. Siguió. Seguí.
Yo tenía un póster de él. Posta. Imaginate la gran emoción de verlo.
El baterista, amigo del solarium, largó la bata, dando paso a Dave, para que lo acompañe. El tan fan cantaba. La locura.
Simplemente alucinante, la potencia en mi cabeza de esos sonidos. Sueño con ellos. Soñaré con ellos.
Nos retiramos, creyendo que había terminado. El chistín de Dave, volvió por 3 temas más, los cuales me los perdí. Sí, sí, no se puede todo. Seguí mi instinto.
La encontré. Una de las noches más íncreíbles de mi vida.
La pasé super. X si quedó dudas.
Abrazo rockanrolero para todos.
Yoli
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