Todos los día me dan como unas incontrolables ganas de comer algo dulce, trato de no pensar en eso, pero se hace cada vez más fuerte, como cuando decís que no vas a llamar a ese ex y das mil vueltas al final lo terminas llamando.

Busco en mi cartera unas monedas y pido permiso para ir a la surtida despensa del barrio, claro no salgo sin antes preguntar a cada uno si no quieren nada, así ya les traigo, en realidad es puro cumplido.

Entre papas, tomates, roquitas y palitos a granel. Miro algo que no me tiente tanto, claro ahí está la Bono de Chocolate, mirandome como dicendo: Dale! Llevame te voy a dar mucho placer, y siento como ese sentimiento se apodera de mi cabeza. Lo que la Bono no sabe es que mis jeans tienen un talle, y ellas se encargan de sobrepasarlo.

Entablo una conversación efímera con el Señor Despensero, desde hace poco le compro a él, antes iba a otra q estaba más cerca, pero al volver me enteré que la otra despensera, se enamoró de un chico menor y este la dejo en la quiebra y ella se fue a vivir a Buenos Aires a la casa de unos familiares.

Era buena la señora, tenía las raíces crecidísimas siempre, recuerdo que su cumpleaños era el 12 de diciembre y yo le decía Guadalupe, tenía un perro marrón, no recuerdo el nombre, creo que nunca lo dijo, sentada siempre en su silla cable con su tereré en las tardes de calor o con su mate, en días como hoy, antes de viajar yo le pregunté como se llamaba, Lidia me dijo,(o era Nidia?).

Bueno lo que sí que se conviertió en una compañera. Me fiaba los puchos, y a veces me regalaba rosquitas y me quedaba en la despensa como 10 minutos. Conversabamos.

Ahora con el Señor Despensero, tenemos conversaciones frías como:
Yo- Está bajando la temperatura verdad?
Sr. Despensero: Si!!. Así lo que uno se enferma todo.
Yo: Cuanto es?
Sr. Despensero: 4.000.
Yo: Gracias. Pero en silencio pienso, que jodido la semana pasada salía 3.600.

Me retiro de la despensa con un vacío, no es lo mismo. Ella era como una compañera. Era como una terapia para mis tardes. Era como una amiga grande.

Desde que ella se fue ya no compro Bono, ahora compro Bagley.

La extraño.

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